Irak busca desde hace 10 meses la formación de un nuevo Gobierno que vuelva a poner en marcha al país.
PUBLICIDADSegundo asalto y sentada popular dentro del Parlamento iraquí en menos de una semana. Miles de seguidores del clérigo chií Muqtada al Sadr irrumpieron este sábado en la Cámara Baja de Bagdad para llevar a cabo una sentada indefinida. Los manifestantes claman contra la candidatura a primer ministro de Mohamed Shia al Sudani, de la llamada alianza Marco de Coordinación, a la que Al Sadr no quiere liderando el país.
"Es un momento muy difícil", decía el primer ministro en funciones, Mustafa al Kadhimi. "Esa es la amarga verdad, por desgracia. Todos tenemos que cooperar y permanecer juntos, para no empujarnos al abismo. Tenemos que juzgar por nuestras mentes, nuestras conciencias y nuestros sentimientos y ceñirnos a Irak y a los iraquíes, no a intereses mezquinos."
Durante el asalto a la Zona Verde de Bagdad y sus edificios gubernamentales se vivieron momentos violentos que se saldaron con más 100 manifestantes heridos y al menos 25 policías, según datos del ministerio de Salud.
"Hago un llamamiento a todos para que sean pacientes, tranquilos y racionales", insistía el primer ministro, "y a que no se vean arrastrados a un enfrentamiento. Pido a los ciudadanos que no se enfrenten a las fuerzas de seguridad y que respeten las instituciones del Estado."
Irak trata de formar estos días nuevo Gobierno con la mencionada alianza Marco de coordinación, compuesta de varios grupos, también chiíes, respaldados por Irán y liderados por el exprimer ministro Nouri al-Maliki. Algo inaceptable para el partido de Muqtada al Sadr, ganador de las elecciones federales del pasado mes de octubre con 73 escaños.
Su Movimiento Sadrista, no obstante, no fue capaz de formar Gobierno, e Irak vive desde entonces en una situación de estancamiento político que parece muy lejos de resolverse.