El abogado de las familias asegura que, aunque por el momento son 42 los denunciantes, pero se podrían sumar más en las próximas semanas.
PUBLICIDADA Laura Alonso, madre de una niña de dos años, le extrañó ver líquido en el brazo de su hija tras llevarla a que le pusieran la vacuna de la varicela en octubre. Fue en el ambulatorio de Santurtzi, un municipio del País Vasco, al norte de España.
Tampoco le pareció normal la rapidez con la que la enfermera istraba la dosis.“Era imposible poner vacunas a esa velocidad, no daba tiempo a meter la dosis”, cuenta a Euronews Alonso, que también es enfermera de profesión.
Meses más tarde, recibió una llamada de Osakidetza, el Servicio Vasco de Salud. Tras las quejas de varios padres habían decidido realizar un estudio para comprobar el grado de inmunidad a los niños que habían sido vacunados en ese ambulatorio.
Se demostró que la mayoría de ellos no estaban correctamente inmunizados, entre ellos la hija de Alonso, que no contaba con la protección frente a la varicela, tal y como ella misma sospechaba.
Ahora, el Servicio Vasco de Salud ha abierto un expediente informativo a la enfermera, que declarará como investigada en el juzgado por simular que vacunaba a menores.
Son 42 las familias que han presentado una demanda conjunta por presuntos delitos de malversación de fondos públicos y de falsedad documental. Según el abogado de las familias, se plantean ampliar la demanda a un delito contra la salud pública.
La investigación se ha ampliado a otros 400 menores.
Vacunar otra vez a todos los niños
“Los padres veían que la enfermera tenía una actitud extraña. Al poner la vacuna intentaba que no la viesen, lo hacía muy rápido y tiraba la jeringuilla a la papelera con la dosis en su interior”, cuenta a Euronews Aitzol Asla, abogado que representa a las 42 familias que han denunciado el caso.
A Laura Comonte, otra de las madres, le extrañaron los comentarios antivacunas que hacía la enfermera a cargo de vacunar a su bebé de 18 meses.
Le había llevado para que le pusieran la llamada vacuna hexavalente.
Esta dosis es una de las más importantes del calendario de vacunación infantil. El pinchazo aporta inmunidad para seis virus y ayuda a prevenir enfermedades potencialmente graves como la meningitis, la difteria, el tétanos o la hepatitis B, entre otras.
“Me llegó a decir que la mejor vacuna contra el tétanos es que el niño ande descalzo por la hierba”, cuenta Comonte.
Recuerda también que, por esas fechas, hubo un brote de meningitis en la guardería a la que acude su hijo, aunque por suerte no cayó enfermo.
La Dirección de Salud Pública ha decidido istrar una dosis adicional a todos los niños que fueron vacunados por la enfermera, unos 400 en total.
“De las siete vacunas que esta mujer le había puesto a mi hija, le han tenido que repetir todos los pinchazos”, afirma Alonso. Los padres están preocupados por una posible sobrevacunación de los niños, “aunque nos han dicho que esto no es malo”, matiza la madre.
Las familias piden la inhabilitación
A la enfermera se le acusa ahora de utilizar incorrectamente el material suministrado por el Servicio Vasco de Salud, abonado con fondos públicos, ya que no lo usaba para el fin para el que fue comprado.
El abogado de las familias asegura que, aunque por el momento son 42 los denunciantes, pero se podrían sumar más en las próximas semanas.
Aún así, los padres tendrán que esperar un poco más. La declaración ante el juez de la enfermera estaba prevista para el próximo cuatro de mayo, sin embargo, se prevé que se retrase el proceso después de que ella pidiese estar presente en las 42 declaraciones de los afectados.
“La prueba fundamental que tenemos en su contra es sobre todo el reconocimiento del Servicio de Salud VAsco de que los niños no tenían los anticuerpos de vacunas que supuestamente había inoculado esta enfermera”, señala el abogado.
“Estamos valorando añadir el delito contra la salud pública, aunque primero necesitamos saber la extensión de a cuántos niños ha podido afectar la no vacunación de esta mujer”, añade.
El objetivo de las familias es que se inhabilite a la enfermera para que no pueda volver a trabajar y poner vacunas.