El número de infecciones humanas es actualmente bajo, y se trata sobre todo de personas que han estado en estrecho o con aves infectadas.
PUBLICIDADA lo largo de los últimos meses, la gripe aviar ha vuelto a ocupar espacio en los telediarios y webs de información. El H5N1, virus perteneciente al subgrupo A de la gripe, ha causado la muerte de millones de aves y —en menor medida— también contagios entre mamíferos, incluidos algunos humanos.
Algunas regiones del mundo, como Norteamérica y el Sudeste Asiático, han sido las más afectadas, mientras que en Europa, actualmente, el riesgo es bajo.
Richard Peabody, epidemiólogo de la OMS, reconoce que "se trata de una situación bastante grave para la población de aves", aunque "el riesgo para la población humana es bajo".
"Este es un mensaje importante que queremos transmitir", insiste Peabody. "El riesgo de que pase de las aves a los humanos es bastante bajo para la población en general, y no tenemos pruebas de que el virus de la gripe aviar tenga la capacidad de propagarse de persona a persona".
Medidas preventivas
En efecto, el número de infecciones humanas es actualmente bajo, y se trata sobre todo de personas que han estado en estrecho o con aves infectadas, generalmente aves de corral. Por lo tanto, algunas medidas preventivas siguen siendo esenciales, como nos recuerda el epidemiólogo.
"Estamos un poco más preocupados por los trabajadores avícolas", confiesa Peabody. "Están más expuestos al virus. Así que tenemos algunas recomendaciones tanto para ellos como para el público en general".
"Para el público en general se trata simplemente de ser sensato, y no tocar aves muertas o moribundas. Pero lo que es más importante, para las personas que trabajan en la industria avícola, existen una serie de recomendaciones sobre lo que deben hacer en términos de protección, uso de equipos de protección y vigilancia de su salud".
La vacunación contra la gripe estacional podría tener un impacto positivo: reduciría el riesgo, para quienes están en estrecho o con aves de corral, de la llamada recombinación viral, por la que el virus de la gripe estacional se combina con el de la gripe aviar.