'Euronews' estuvo en Bratislava para conocer el alcance de las campañas de desinformación en Eslovaquia a través de la experiencia y las opiniones de periodistas, investigadores, verificadores de hechos y expertos en medios de comunicación que trabajan para combatir estas falsas narrativas.
En las horas posteriores al intento de asesinato del primer ministro eslovaco, Robert Fico, el 15 de mayo de 2024, empezaron a circular por Internet noticias falsas y teorías conspirativas. Algunas de estas especulaciones intentaban relacionar al presunto autor de los disparos, Juraj Cintula, un escritor de 71 años que se autodenomina, con el principal partido de la oposición eslovaca.
Este tipo de desinformación no es sorprendente. En abril, 'Euronews' viajó a Bratislava para informar sobre la magnitud de la desinformación en Eslovaquia, a través de la experiencia y los puntos de vista de periodistas, investigadores, verificadores de hechos y profesores de medios de comunicación que trabajan para combatir estas falsas narrativas y sus devastadoras consecuencias para la cohesión social y la estabilidad política del país.
La desinformación -que puede definirse como información falsa difundida deliberadamente y a menudo de forma encubierta para influir en la opinión pública u ocultar la verdad- se ha disparado en Eslovaquia desde la anexión de Crimea y el conflicto en el este de Ucrania, alimentada sobre todo por operativos rusos tanto dentro como fuera de Eslovaquia que buscan influir en la opinión pública.
La invasión de Ucrania en 2022 y la adopción de narrativas falsas por parte de figuras políticas exacerbaron aún más la propagación de la desinformación en el país, hasta el punto de que ahora hay miles de medios de comunicación, páginas de Facebook y canales de telegramas que repiten como loros la propaganda de Moscú o simplemente difunden mentiras.
Como señala Veronika Frankovská, verificadora de hechos eslovaca: "No se trata de hacer que la gente crea en una determinada historia, sino simplemente, de erosionar esa confianza en si lo que leen y lo que ven y lo que pueden ver a su alrededor, si es verdad o si todo es poco fiable. Y no se puede confiar en nadie".
Mientras Europa se prepara para las elecciones europeas de junio, la experiencia de Eslovaquia sirve de dura advertencia sobre los peligros de la desinformación. Giovanni Zagni, que dirige un grupo de trabajo sobre las elecciones europeas para el Observatorio Europeo de Medios Digitales (EDMO), afirma:
"En vísperas de las elecciones europeas, observamos algunas tendencias y narrativas de desinformación importantes. Una tiene que ver con el proceso electoral. Luego está, por ejemplo, la cuestión del clima. Y otra es la cuestión de la inmigración".
Entender de antemano las tendencias de desinformación y educar al público sobre el ecosistema mediático son cruciales para evitar que el discurso político sea secuestrado por falsas narrativas, creen los expertos. Especialmente en un momento en el que la inteligencia artificial y las empresas de medios sociales están cada vez más presentes en nuestro espacio informativo diario.