A la luz de la reciente escalada de tensiones en la frontera entre el Líbano e Israel, el portavoz de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano expresó en una entrevista a 'Euronews' su profunda preocupación por los acontecimientos sobre el terreno.
Lo que está ocurriendo actualmente en el sur del Líbano es "muy preocupante", dijo el portavoz de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el país, Andrea Tenente, señalando que la FPNUL lleva meses observando una continua escalada de la tensión, con violaciones diarias cometidas por Israel. "Hoy, por primera vez, estamos presenciando disparos de cohetes o artillería desde el lado libanés, y esto es un hecho muy grave", afirmó.
Incluso después de que el alto el fuego entre Hezbolá e Israel entrara en vigor el 27 de noviembre, la situación en el sur no se ha calmado realmente, dijo Tenente, señalando que la región está siendo testigo de "violaciones diarias de la Resolución 1701", incluyendo la destrucción de zonas del sur, ataques aéreos y el uso intensivo de aviones no tripulados, lo que está poniendo en peligro la frágil tregua.
Desde el inicio del acuerdo hasta ayer por la tarde, la FINUL ha registrado más de 1.800 violaciones aéreas de la Resolución 1701, más de 650 violaciones de la Línea Azul, la inmensa mayoría desde el lado israelí hacia Líbano, y cerca de 1.200 actividades militares del Ejército del Estado hebreo al norte de la citada línea.
¿Qué es la Línea Azul?
La Línea Azul es una línea de 120 kilómetros de longitud trazada por Naciones Unidas tras la retirada de las fuerzas israelíes del sur de Líbano en el 2000, con el objetivo de establecer una frontera que separe Líbano de Israel y los Altos del Golán sirios ocupados.
Está prohibido que cualquiera de las partes cruce la Línea Azul por tierra, mar o aire, ya que supone una violación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU. La FINUL, siglas en inglés de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas, vigila esta línea e informa periódicamente al Consejo de Seguridad sobre el grado de cumplimiento de la resolución.
La misión "no ha vigilado las actividades militares de Hezbolá en el sur del Líbano durante los últimos meses", a pesar de haber encontrado "alijos de armas y municiones de los que se informó al Ejército libanés", declaró Tenente, quien añadió que lo ocurrido esta mañana "debe ser investigado".
La estabilidad no puede imponerse sin el compromiso de todas las partes
Restaurar la estabilidad en el sur del Líbano requiere un compromiso real de todas las partes, afirmó Tenente: "Vemos un compromiso por parte de las LAF (Fuerzas Armadas Libanesas), y vemos una clara voluntad por parte del nuevo Gobierno libanés de restaurar la estabilidad. Pero esto por sí solo no basta, necesitamos un compromiso real de todas las partes para lograrlo".
El portavoz de la FPNUL hizo hincapié en la necesidad de que el Ejército israelí se retire de las posiciones que aún ocupa dentro del territorio libanés, como requisito previo para el retorno a un cese total de las hostilidades y el regreso seguro de los civiles a sus zonas en el sur.
Tenente también hizo un llamamiento a todas las partes para que actúen con la máxima moderación a fin de evitar que se vuelva a la espiral de violencia de la que ha sido testigo la región en los últimos 15 meses, señalando que "nadie quiere que se repita esa escena" y que la intervención de la comunidad internacional y de la ONU es necesaria para evitar cualquier nueva escalada.
Estrecha coordinación con el Ejército libanés
Tenente subrayó la importancia de los esfuerzos de la misión para apoyar a las Fuerzas Armadas Libanesas (LAF), que se han redesplegado en las zonas del sur en cooperación con las autoridades libanesas y han mostrado un claro compromiso para intentar restaurar la estabilidad.
La coordinación entre la FPNUL y las LAF es "muy positiva", afirmó, señalando que el trabajo conjunto se lleva a cabo a diario, especialmente en las operaciones de redespliegue en zonas anteriormente bajo control del Ejército israelí, en las que la misión ayudó a posicionar al Ejército y proporcionó formación y apoyo a la creación de capacidades para que las instituciones estatales pudieran restablecer su autoridad en el sur.
Andrea Tenente subrayó que la misión de las fuerzas de mantenimiento de la paz sigue siendo esencial dada la fragilidad de la situación y la importancia de que una parte neutral supervise y apoye la estabilidad.
Las fuerzas de la FPNUL llevan a cabo diariamente tareas sobre el terreno, como la reapertura de carreteras, la prestación de asistencia médica y humanitaria, la participación en la retirada de minas y artefactos explosivos sin detonar, y el trabajo a través de canales de negociación con ambas partes para reducir las tensiones y evitar una escalada.
"Estamos físicamente presentes sobre el terreno, supervisando, apoyando y trabajando para garantizar el cumplimiento de la resolución 1701, pero su aplicación real sólo puede lograrse mediante el compromiso de las partes implicadas", afirmó Tenente.