PUBLICIDADNo son millonarios pero gracias a ellos el principado recibe millones de euros. Mónaco atrae turistas por un día. Tiendas de recuerdos, restaurantes, museos, todo un sector del turismo monegasco depende de estos viajeros de visto y no visto. Un día en Mónaco. ¿Quienes son estos visitantes por un día? ¿Se encuentran con una oferta adaptada a su presupuesto? La respuesta en Target.
El turismo en Mónaco no es exclusivo para grandes fortunas con yate. Siete millones de turistas al año pasan tan solo un día en Montecarlo.
Este turismo masivo está alimentado por el boom de los cruceros: 170 escalas por temporada, de mayo a octubre desde que el puerto fue reformado para abrigar grandes buques.
Guillaume Rose, director de la Ofina de Turismo de Mónaco, explica: “Los turistas por un día vienen por curiosidad, vienen a saber qué es el principado de Mónaco, a qué se parece y les gusta pasear por nuestras calles”.
Los excursionistas llegan tambien de países vecinos en los que viven o pasan sus vacaciones. Se mezclan muchas nacionalidades. Resultado: en Mónaco los comerciantes apenas notan la crisis.
Laurent Castex, camarero del restaurante La Pampa, recapitula: En general las cosas van bien. Los rusos vienen cada vez más a Mónaco. Tenemos clientela de Estados Unidos, Inglaterra, Dubai. Somos de verdad internacionales.
El turismo, tanto el de alta gama como el de negocios o el de masas, aporta al microestado unos 450 millones de euros anuales; más del 10 % del PIB. Pero ¿qué presupuesto tienen los excursionistas?
Si es difícil saber cuanto gastan estos turistas al día; en cambio sí sabemos cuales son sus lugares preferidos. El Museo Oceanográfico de Mónaco es la estrella del principado. Inaugurado en 1910 por el príncipe Alberto I, esta joya arquitectónica atrae a más de 600.000 visitantes al año. El éxito se redobló en junio por la exposición dedicada a los tiburones.
Su director, Robert Calcagno, señala “Desde que inauguramos la exposición Tiburones notamos un incremento de visitas del 10 al 15 %. Los visitantes pueden acariciar tiburones, enfrentarse a sus miedos, ir más allá de los tópicos y malentendidos”.
Pero lo que atrae más visitantes es el Palacio del Príncipe. Además no hace falta pagar ni un céntimo para fotografiar el cambio de guardia. De tan solo dos kilómetros cuadrados, visitar Mónaco en un día es posible sin grandes gastos. Lo que no tiene precio es su poder evocador, su carga de sueños.