Se ha descubierto uno de los mayores y más importantes tesoros de la Edad de Hierro jamás descubiertos en el Reino Unido. Probablemente modificará nuestra comprensión de la vida en Gran Bretaña hace 2.000 años.
Comenzó, como muchos grandes descubrimientos, con un detector de metales y un pitido afortunado. En diciembre de 2021, Peter Heads tropezó con lo que acabaría siendo uno de los mayores y más significativos hallazgos de la Edad de Hierro jamás realizados en Reino Unido: el Tesoro de Melsonby.
Ahora, tras una meticulosa excavación e investigación, los arqueólogos han desvelado una colección de más de 800 objetos encontrados por Heads cerca del pueblo de Melsonby, en North Yorkshire, Inglaterra. La ubicación exacta se mantiene en secreto.
"Sencillamente, se trata de uno de los descubrimientos más importantes y emocionantes del período de la Edad de Hierro realizados en el Reino Unido. Arroja nueva luz sobre la vida de la Edad de Hierro en el norte y en Gran Bretaña, pero también demuestra las conexiones con Europa", afirma Duncan Wilson, director ejecutivo de Historic England.
Descrito por los expertos como una "cápsula del tiempo arqueológica", se cree que el tesoro fue enterrado en el siglo I d.C., coincidiendo con la conquista romana del sur de Gran Bretaña.
Entre los hallazgos se encuentran los restos parciales de al menos siete carros de cuatro ruedas y de dos ruedas, un descubrimiento inusual en la Edad del Hierro británica. Los arneses, algunos de ellos con coral mediterráneo y vidrios de colores, sugieren la existencia de una élite cuya riqueza y estatus se comunicaban a través de opulentos medios de transporte y elaborados rituales.
Según Sophia Adams, conservadora del Museo Británico,"se trata del mayor yacimiento de arneses de caballo y piezas de vehículos excavado en Gran Bretaña. Es significativo no solo por la cantidad de objetos enterrados juntos hace 2.000 años, sino también por su calidad y variedad".
En el hallazgo también se descubrieron tres lanzas ceremoniales, cuidadosamente envueltas en un fardo, así como 28 neumáticos de hierro y dos calderos o vasijas ornamentadas. Uno de ellos, con tapa, se utilizó probablemente como cuenco para mezclar vino y había sido enterrado deliberadamente en el fondo de una gran zanja. Otros objetos son puntas de brida, pasadores y anillas de rienda de aleación de cobre fundido.
Pero no es solo el número de objetos lo que ha sorprendido a los investigadores, sino su estado. Muchos se rompieron o quemaron deliberadamente antes de enterrarlos, un ritual que plantea preguntas intrigantes sobre la sociedad de la Edad del Hierro. ¿Era una ostentosa demostración de poder? ¿Un rito funerario? ¿O una ofrenda a los dioses?
El hallazgo también ha reavivado el debate sobre las conexiones de Gran Bretaña con la Europa continental antes de la conquista romana. Mientras que algunos objetos coinciden con los desenterrados anteriormente en Gran Bretaña, otros tienen claros paralelismos europeos, lo que sugiere la existencia de amplias redes comerciales y tecnologías compartidas. Valorado en 254.000 libras esterlinas (304.000 euros), el Tesoro de Melsonby es el centro de una nueva campaña de recaudación de fondos del Museo de Yorkshire, en York, cuyo objetivo es ponerlo a disposición del público.