Si la ley prosperase, las empresas contribuirán a reparar sus emisiones mediante el pago a un fondo destinado a combatir el cambio climático durante los próximos 25 años.
Unos 22 estados de EE.UU. han presentado una demanda este jueves pasado contra una nueva ley del Estado de Nueva York, la cual obliga a un grupo de grandes productores de energía a pagar 75.000 millones de dólares (72.000 millones de euros) destinados a un fondo que cubra los daños causados por el cambio climático.
Mientras los demandantes sostienen que esto podría llevar a Estados Unidos a una crisis energética, el portavoz de Nueva York defiende que la medida ayudará a financiar los nuevos planes de resiliencia climática del Estado -y de todo el país- para abandonar los combustibles fósiles.
La ley del superfondo para el cambio climático exigirá a estas empresas pagos por los daños causados entre el año 2000 y 2018 durante los próximos 25 años, en función de sus emisiones históricas de gases de efecto invernadero.
¿Qué dice la demanda de los Estados conservadores?
El fiscal general de Virginia Occidental, JB McCuskey, es el líder de una coalición de 22 estados contra el fondo climático. La demanda dice que la ley neoyorkina es "un ejemplo del caos resultante cuando los estados se exceden" y destaca que el carbón, el petróleo y el gas natural fueron fundamentales en su momento para Nueva York.
Ayudaron a mantener las luces encendidas en Albany, fabricar el acero que sostenía los icónicos rascacielos de la ciudad de Nueva York y alimentar la industria que mantiene en funcionamiento los puertos neoyorkinos", argumenta la demanda.
McCuskey afirma en una declaración que estaba orgulloso de liderar la coalición en lo que alega es una ley inconstitucional: "Esta demanda pretende asegurar que estas políticas equivocadas, que se imponen desde un Estado a toda la nación, no lleven a Estados Unidos al estancamiento de una crisis energética, permitiendo que China, India y Rusia se apoderen de nuestra independencia energética", dice McCuskey. "Si permitimos que Nueva York se salga con la suya, solo será cuestión de tiempo antes de que otros estados sigan el ejemplo, destruyendo la red eléctrica de nuestra nación".
Los otros estados mencionados son Alabama, Arkansas, Georgia, Idaho, Iowa, Kansas, Kentucky, Luisiana, Misisipi, Misuri, Montana, Nebraska, Dakota del Norte, Ohio, Oklahoma, Carolina del Sur, Dakota del Sur, Tennessee, Texas, Utah y Wyoming. Todos ellos son fortines republicanosa excepción deGeorgia, que es considerado un estado bisagra.
La ley de Nueva York podría servir de ejemplo a otros estados para "derrotar a las grandes petroleras".
La demanda acusa al Estado de Nueva York de intentar obligar a los productores y consumidores de energía de otros estados "a subvencionar determinados proyectos de infraestructura con sede en Nueva York", como un nuevo sistema de alcantarillado.
Los expertos describen el sistema de saneamiento actual como arcaico e inadecuado para hacer frente a las crecientes lluvias extremas vinculadas a la emergencia climática. El pasado mes de septiembre, las carreteras estatales y una de las líneas del metro se inundaron cuando los restos de la tormenta Ophelia atravesaron la ciudad, según Inside Climate News. El Gobierno del Estado neoyorkino, una de las áreas más demócratas del país, cree que el fondo ambiental es una parte importante de su plan de transición energética y está preparado para luchar contra la nueva ofensiva judicial.
En 2021, la ciudad de Nueva York lanzó el proyecto de resiliencia climática urbana más grande de Estados Unidos. Los expertos temen que el aumento del nivel del mar para 2050 pueda dejar parte de Nueva York bajo el agua, en particular la isla de Manhattan. "Esperamos defender esta legislación histórica en los tribunales y derrotar a las grandes petroleras una vez más", dice Paul DeMichele, portavoz de la oficina de la polémica gobernadora demócrata de Nueva York, Kathy Hochul.