Los buitres son fundamentales para los ecosistemas por la labor de limpieza que realizan, alimentándose de los cadáveres de los animales muertos.
Al menos 123 buitres han muerto en el principal parque nacional de Sudáfrica, el Kruger, tras comer el cadáver de un elefante envenenado, según informaron el jueves las autoridades del parque y un grupo de conservación de animales. Al parecer, el elefante había sido envenenado con pesticidas agrícolas por cazadores furtivos.
Otros 83 buitres que fueron rescatados del lugar y trasladados para recibir tratamiento en helicóptero o en una ambulancia especial para buitres siguen recuperándose. El envenenamiento masivo fue uno de los peores en la historia de Kruger, en el norte de Sudáfrica, según informa SANParks, la agencia nacional de parques.
Los buitres son fundamentales para los ecosistemas por su labor de limpieza, ya que se alimentan de los cadáveres de los animales muertos. Pero eso también los hace especialmente vulnerables al envenenamiento por cazadores furtivos, ya sea intencionado o como resultado de la matanza de otros animales. Cientos de buitres suelen alimentarse de un solo cadáver.
El elefante había sido envenenado por cazadores furtivos en una zona remota del enorme parque para recoger partes de su cuerpo destinadas al comercio ilegal de fauna salvaje, según SANParks y Endangered Wildlife Trust. Muchas especies de buitres están en peligro en África debido al envenenamiento y otras amenazas. Entre las aves afectadas en Kruger se encontraban buitres del Cabo, de cara apergaminada -en peligro de extinción- o dorsiblancos y encapuchados, en peligro crítico.
Los guardas forestales se enfrentan a una batalla diaria contra los cazadores furtivos
"Este horrible incidente forma parte de una crisis más amplia que se está produciendo en África meridional: el uso cada vez mayor de venenos en la caza furtiva de animales salvajes", han afirmado SANParks y Endangered Wildlife Trust en su declaración conjunta. "Los cazadores furtivos utilizan cada vez más toxinas agrícolas para cazar especies de gran valor".
El Parque Nacional Kruger ocupa unos 20.000 kilómetros cuadrados y tiene casi el doble de extensión que países pequeños como Jamaica y Catar. Los guardabosques afirman que se enfrentan a una batalla diaria para proteger de los cazadores furtivos a especies como rinocerontes, elefantes y leones.
La organización de conservación de buitres Vulpro, que no participó en el rescate, declaró que el envenenamiento se produjo al comienzo de la temporada de cría. Los expertos de la misma han añadido que muchas otras aves que no se encontraron en el lugar podrían estar afectadas.