A medida que la UE reduce su dependencia de Rusia, las cifras recientes muestran que las exportaciones a este país han disminuido un 58%, mientras que las importaciones se han reducido un 86%, sobre todo las de níquel y petróleo.
El comercio de la UE con Rusia se ha visto muy afectado desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en 2022. La UE ha impuesto diversas restricciones a la importación y exportación de varios productos, lo que ha provocado un descenso del 58% de las exportaciones a Rusia y del 86% de las importaciones procedentes de Rusia entre el primer trimestre de 2022 y el tercer trimestre de 2024.
Las últimas cifras de Eurostat muestran que el déficit comercial de la UE con Rusia se sitúa en 600 millones de euros, lo que supone un fuerte descenso desde el máximo de 46.000 millones alcanzado en el segundo trimestre de 2022. Níquel, petróleo, gas natural, fertilizantes, hierro y acero son los principales productos importados por la UE de Rusia.
Al comparar el tercer trimestre de 2022 con el tercer trimestre de 2024, los mayores descensos se observaron en el níquel y el petróleo, que cayeron 21 y 17 puntos porcentuales, respectivamente. Para compensar, la UE se abasteció de níquel de otros países, como EE.UU., Noruega y el Reino Unido. Asimismo, las importaciones de petróleo se sustituyeron cada vez más por suministros procedentes de EE.UU., Kazajistán, Noruega y Arabia Saudí.
Sin embargo, durante el mismo periodo, las importaciones de fertilizantes aumentaron 13 puntos porcentuales, mientras que las de gas natural, hierro y acero crecieron 2 y 3 puntos porcentuales, respectivamente.
¿Son efectivas las sanciones contra Rusia?
La UE ha firmado nuevos acuerdos energéticos, entre ellos el Plan REPowerEU, y ha establecido restricciones sobre algunos productos clave para reducir su dependencia de Rusia. Aunque la UE se ha esforzado por ampliar el Corredor Meridional del Gas para traer energía de otras fuentes, los informes sugieren que Rusia sigue encontrando formas de llegar al mercado de la UE.
En un análisis de Chatham House, la investigadora Armida van Rij afirmaba que "el gas ruso se está blanqueando a través de Azerbaiyán y Turquía para satisfacer la elevada y continua demanda europea". Según el informe, la presidenta de la UE, Ursula von der Leyen, ha cerrado acuerdos de importación de gas con Azerbaiyán, a pesar de que parte de la infraestructura para transportar este gas es propiedad de Lukoil, una empresa energética rusa sometida a sanciones estadounidenses.
Sin embargo, la Comisión Europea niega que los acuerdos con Azerbaiyán estén creando una puerta trasera para la entrada indirecta de más gas ruso en el continente.