Un récord de 38,6 millones de personas reservaron alojamiento en Noruega en 2024.
Noruega se convertirá en el último destino europeo en introducir un impuesto turístico para combatir la preocupación por el aumento del número de visitantes. Esta semana, los legisladores han aprobado la nueva tasa, que permite a los ayuntamientos introducir un impuesto del 3% sobre las pernoctaciones en "zonas especialmente afectadas por el turismo".
La ley permite a las autoridades locales aplicar el impuesto a su discreción, y se añadirá a las tarifas de alojamiento. Las autoridades también podrán ajustar el porcentaje en función de la temporada.
Los fondos recaudados por el impuesto se utilizarán exclusivamente para mejorar proyectos de infraestructuras turísticas que beneficien tanto a los visitantes como a la población local. Los municipios tendrán que demostrar que sus instalaciones son inadecuadas y contar con la aprobación del Gobierno para gastar los fondos.
Cecilie Myrseth, ministra noruega de Comercio e Industria, declaró en las redes sociales que su Gobierno había alcanzado un "acuerdo histórico" para introducir un impuesto turístico "en línea con lo que tienen en el resto de Europa".
El país es el último de una serie de países europeos que han introducido o aumentado las tasas a los visitantes para hacer frente al creciente problema del turismo excesivo. También podría aplicarse un impuesto a los cruceros que hagan escala en el país, sobre todo en las zonas más afectadas por el turismo.
Noruega vive un boom turístico
Cada vez más turistas eligen destinos más frescos del norte de Europa para huir del calor, y Noruega ha experimentado un auge en el número de visitantes. El año pasado, se batió el récord de 38,6 millones de personas que reservaron alojamiento en el país. Esto incluye más de 12 millones de pernoctaciones de turistas extranjeros, un 4,2% más que en 2023.
Algunos destinos antes tranquilos se han visto desbordados, como las islas Lofoten, donde las llamativas imágenes de rutas de senderismo publicadas en las redes sociales han provocado una afluencia de visitantes. Con una población de 24.500 habitantes repartidos en varias ciudades y pueblos pequeños, mantener el ritmo de todos estos nuevos visitantes ha sido difícil.
Una encuesta reciente de la organización del sector Norwegian Tourism Partners reveló que el 77% de los habitantes de Tromsø, en el norte de Noruega, por encima del Círculo Polar Ártico, pensaban que había demasiados turistas. Los visitantes se sienten atraídos por la aurora boreal, las excursiones a la naturaleza, la cultura sami y la oferta de la ciudad.
El aumento del turismo ha provocado tensiones con los habitantes de toda Noruega, ya que las infraestructuras no dan abasto. Instalaciones como aseos públicos y aparcamientos se han visto desbordados en destinos populares. Algunos residentes han denunciado incluso casos de personas que utilizan sus jardines como retretes, y han lamentado el aumento del tráfico que atasca las carreteras noruegas.