En Jabalia, al norte de Gaza, la familia Nassar lucha por rehacer su vida tras los ataques aéreos israelíes. Entre los escombros, reconstruyen una sala de estar improvisada: un sofá, sillas y una pequeña mesa. Una sábana hecha jirones cuelga donde antes había una pared, ocultando la devastación exterior.
Bajo los escombros yace el hijo de Khalid Nassar, Mahmoud, muerto en un ataque aéreo y no recuperado desde hace cuatro meses. Su historia refleja las penurias de los palestinos desplazados que regresan a sus hogares destrozados bajo un frágil alto el fuego.