La operación, facilitada por los Emiratos Árabes Unidos, tuvo lugar cerca de la frontera norte de los dos países y provocó escenas emotivas en un hospital de la región de Cherníhiv en Ucrania, donde fueron recibidos los prisioneros liberados.
Las familias ucranianas llegaron con banderas y fotografías de sus seres queridos desaparecidos, desesperadas por noticias. Algunas vinieron con la esperanza de que alguien entre los retornados hubiera visto a sus familiares en cautiverio.
Mientras tanto, funcionarios rusos dijeron que 205 prisioneros rusos que estaban detenidos en Ucrania han sido liberados y devueltos a Rusia.