El consejero delegado de la empresa ha asegurado el martes que la decisión de cambiar su modelo de negocio corresponde a su deseo de "paz social" y a que quiere evitar "discusiones" con Inspección de Trabajo.
El consejero delegado de Glovo, Óscar Pierre, ha acudido este martes a la Ciudad de la Justicia de Barcelona a declarar como investigado apenas un día después de que su compañía anunciara que contrataría a sus repartidores (o 'riders') tras años de disputa con el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
El éxito de Glovo, que en 2019 se convirtió en el segundo 'unicornio' español al superar un valor de 1.000 millones de euros, se ha basado en gran parte en la no contratación de sus repartidores, que han estado registrados como autónomos prestando sus servicios a la plataforma.
Pierre está siendo investigado precisamente por eso: La Fiscalía de Delitos Económicos presentó una denuncia en su contra por un delito contra los derechos de los trabajadores y por mantener a sus 'riders' como "falsos autónomos" pese a las sentencias del Tribunal Supremo que indican que los repartidores de la app son, en realidad, empleados de la empresa española.
El CEO de Glovo defiende el cambio en la contratación
El consejero delegado ha asegurado el martes en su declaración que la decisión de cambiar su modelo de negocio corresponde a su deseo de "paz social" y a que quiere evitar "discusiones" con Inspección de Trabajo.
Sin embargo, Pierre no ha dado detalles sobre cómo se llevará a cabo la contratación de los miles de repartidores que tiene la empresa en España, ni cuántos serán contratados. El CEO de Glovo, propiedad del grupo alemán Delivery Hero, ha defendido desde el principio la legalidad de su modelo, pero también ha asegurado este martes que se ha ido adaptando a la normativa tras las sentencias judiciales.