Serbia es el último país en sumarse al boicot, una tendencia que comenzó en Croacia y rápidamente se extendió a otros países de los Balcanes Occidentales.
La Asociación para la Protección de los Consumidores, Efektiva, pidió a los consumidores de Serbia que boicotearan cinco grandes cadenas minoristas, debido a sus precios excesivos. El boicot se dirige a las cadenas de supermercados Delhaize, Mercator, Univerexport, DIS y Lidl. Efektiva dijo que es normal que los precios suban debido a la inflación, pero no en la cantidad que se refleja en las etiquetas de precios de las tiendas.
La iniciativa de boicot fue lanzada originalmente por el grupo croata de defensa de los derechos de los consumidores 'Halo, Inspektore' ('Hola, inspector') a finales de enero. El grupo había anunciado un boicot de una semana a las cadenas de supermercados Eurospin, Lidl y DM. El movimiento también prendió en otros países de los Balcanes Occidentales, como Bosnia y Herzegovina, Montenegro y Eslovenia.
Los expertos piden un análisis del exceso de valor
El éxito de un boicot depende de varios factores, según Veljko Mijušković, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Belgrado, que habló con 'Euronews'. Dijo que entre los factores se incluyen la duración del boicot, el nivel de acción colectiva de los consumidores y la respuesta de la cadena minorista al boicot.
Añadió que los expertos han estado instando a que se investigue y analice el cálculo de los valores excesivos, según él debe quedar claro "dónde hay un aumento del precio que hace que los consumidores finales paguen significativamente más por cierto tipo de productos aquí (en Serbia) en comparación con otros países".
Según los expertos, el camino para bajar los precios de las tiendas depende del Gobierno. Solo ellos pueden introducir subvenciones para los alimentos básicos, facilitar la introducción de nuevos vendedores en el mercado y reducir la dependencia de los bienes importados fomentando la producción nacional.
¿Qué impacto tiene un boicot?
Un informe de la istración fiscal croata demostró que el boicot en Croacia provocó una caída de las ventas del 53% respecto a la semana anterior.
El editor de la revista 'Nova Ekonomija', Aleksandar Milošević, afirmó que "los fabricantes y las cadenas comerciales ven que tienen el poder de dictar que pueden tener precios altos y que los consumidores están dispuestos a pagarlos, mientras que en algunos otros mercados, los consumidores no están dispuestos a pagar más y se decantan por márgenes de precios más bajos". Añadió que un boicot de los consumidores tenía el potencial de animar eficazmente a las tiendas a bajar sus precios.