'Euronews' habló con supervivientes israelíes de los ataques perpetrados por Hamás del 7 de octubre de 2023 sobre su creciente preocupación por los rehenes vivos que siguen retenidos en la Franja de Gaza.
Tras poner fin a un alto el fuego de dos meses que supuso la liberación de decenas de rehenes israelíes que permanecían retenidos en la Franja de Gaza a cambio de casi 1.800 prisioneros palestinos, el Gobierno de Israel planea ahora, al parecer, una nueva operación terrestre de mayor envergadura que podría implicar la ocupación de amplias zonas del territorio.
Casi un año y medio después de que Hamás lanzara sus ataques del 7 de octubre, en los que murieron unos 1.200 israelíes y que desencadenaron la guerra actual, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, parece estar más decidido y con más poder que nunca para lograr los objetivos declarados de desmantelar las capacidades de gobierno y militares de Hamás, y eliminar cualquier amenaza futura de la Franja de Gaza.
Entretanto, cada vez se plantean más preguntas, incluso desde la sociedad israelí, sobre si esto ayudaría a recuperar sanos y salvos a los rehenes que aún están en manos de Hamás o pondría sus vidas en una situación aún más peligrosa, al tiempo que causaría más devastación y más muertes en la Franja de Gaza.
Ron Segev, superviviente del ataque de Hamás al festival de música Nova, afirma que liberar a los rehenes es el único objetivo de los ciudadanos. "No seguiremos adelante hasta que todos vuelvan a casa. No sé cuáles son los objetivos del Gobierno, pero para la gente, ese es el principal objetivo. El único objetivo", señaló Segev a 'Euronews'.
La hija de Thomas Hand pasó 50 días cautiva en poder de milicianos de Hamás antes de ser liberada durante un breve alto el fuego en noviembre de 2023. Hand no cree que la diplomacia pueda ayudar a liberar a los rehenes. "La única razón por la que conseguimos la primera fase del alto el fuego, fue a través de la acción militar. Los combatientes de Hamás sintieron que iban a ser aniquilados", señala Hand.
El martes, cientos de palestinos protestaron en la Franja de Gaza para pedir el fin de la guerra, instando a Hamás a hacer concesiones. "Me alegro de que intenten plantarle cara. Lo hacían a cara descubierta, lo que es muy arriesgado", declaró Hand a 'Euronews'.
Los civiles que "arriesgan sus vidas" para ir contra Hamás traen esperanza, añadió. Sin embargo, Thomas Hand se muestra escéptico ante la posibilidad de que enfrentarse a la organización fundamentalista islámica pueda hacer que cambien las cosas.
"Son civiles. Digamos que, van contra una organización terrorista armada. Serían aplastados. No tienen ninguna posibilidad", afirma. "Tal vez en el futuro, si la ONU, el Ejército egipcio o el Ejército israelí acuden como Ejército internacional, podrían respaldarlos y tal vez podamos deshacernos de Hamás de esa manera", concluye.
A principios de mes, Israel interrumpió el suministro de alimentos, combustible, medicinas y ayuda humanitaria a los aproximadamente 2 millones de palestinos que residen en la Franja de Gaza. El Gobierno israelí ha prometido intensificar la guerra hasta que Hamás devuelva a los 59 rehenes que aún mantiene en su poder, de los cuales 24 se cree que están vivos en este momento. Israel también exige que la organización palestina abandone el poder, se desarme y envíe a sus líderes al exilio.
Entretanto, Hamás ha afirmado que solamente liberará a los rehenes restantes a cambio de prisioneros palestinos, un alto el fuego duradero y la retirada israelí de la Franja de Gaza. Los ciudadanos israelíes llevan varios días saliendo a la calle para protestar por el fracaso del Gobierno a la hora de lograr un acuerdo para liberar a los rehenes retenidos en Gaza y por sus recientes medidas para despedir a altos cargos judiciales y de seguridad, que muchos consideran nuevas medidas que amenazan el equilibrio de poder en Israel.