El director del Organismo Internacional de la Energía Atómica declaró este jueves que las conversaciones entre Estados Unidos e Irán sobre el programa nuclear del país se encuentran en una fase "muy crucial".
Rafael Grossi, jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), ha advertido de que se acaba el tiempo para que Irán y Estados Unidos alcancen un acuerdo nuclear. Estos comentarios se producen antes de una segunda ronda de conversaciones prevista para el sábado entre Teherán y Washington en Roma, con Omán como mediador.
Grossi, que dirige el OIEA -encargado de supervisar la naturaleza del programa nuclear iraní-, declaró durante una visita a Teherán este jueves: "Nos encontramos en una fase crítica de estas importantes negociaciones".
En declaraciones a varios medios de comunicación estatales iraníes, añadió: "Somos conscientes de que queda poco tiempo, por eso estoy aquí... para ayudar a facilitar el proceso". Sus declaraciones fueron confirmadas posteriormente por la sede del OIEA en Viena. También insistió en que el organismo de la ONU debe desempeñar un papel activo en las negociaciones.
Grossi declaró: "También estoy en o con el negociador estadounidense para explorar cómo nuestra agencia puede actuar de puente entre Irán y Estados Unidos y ayudar a alcanzar un resultado positivo".
El jueves por la mañana, Grossi se reunió con Mohammad Eslami, director de la Organización de Energía Atómica de Irán, aunque no se dieron a conocer detalles de ese encuentro. El diario 'Shargh' informó: "Esta visita marca el comienzo de un capítulo delicado en la diplomacia iraní".
En una entrevista con 'Le Monde' publicada el miércoles, Grossi afirmó que Irán "no está lejos" de poder fabricar una bomba nuclear. Afirmó: "Todavía queda un trecho, pero hay que reconocer que no está lejos". Grossi también había declarado el día anterior en relación con el papel del OIEA en las negociaciones que "todo el mundo está de acuerdo en que la participación de la agencia es esencial, independientemente de la naturaleza de las discusiones. Sin nuestra presencia, cualquier acuerdo no es más que papel mojado".
¿Limitar o desmantelar el programa nuclear iraní?
Tras llegar a Irán el miércoles, Grossi también mantuvo reuniones con Abbas Araghchi, jefe del equipo de negociación nuclear iraní, y Kazem Gharibabadi, viceministro de Asuntos Exteriores. Este jueves, Araghchi describió en la red social X su reunión con Grossi como "una discusión constructiva", y añadió: "En los próximos meses, el organismo puede desempeñar un papel importante en la resolución pacífica del expediente nuclear de Irán".
El negociador estadounidense Steve Witkoff declaró el martes que Irán debe "detener y desmantelar su programa de enriquecimiento nuclear y militarización". Sin embargo, Teherán considera el cese total de sus actividades nucleares -incluso en el ámbito civil- una "línea roja". Witkoff, que el lunes había pedido una limitación de la capacidad de enriquecimiento de uranio de Irán, se abstuvo de pedir el desmantelamiento total del programa nuclear.
Araghchi en Moscú
Antes de las negociaciones del sábado, el ministro de Asuntos Exteriores iraní viajó este jueves a Moscú. Araghchi declaró que el principal objetivo de su visita era "entregar un mensaje escrito" del líder supremo, Ali Jamenei, a Vladímir Putin.
Esto coincide con "los recientes acontecimientos y las negociaciones indirectas" entre Irán y Estados Unidos. Y añadió: "Siempre hemos mantenido estrechas consultas con nuestros amigos rusos sobre asuntos nucleares, y ahora es una buena oportunidad para continuar esas conversaciones con autoridades rusas". Rusia es uno de los signatarios originales del acuerdo nuclear internacional de 2015 con Irán.
El acuerdo histórico propició que Irán recibiera alivios a las sanciones a cambio de límites en sus actividades nucleares, pero el pacto se derrumbó en la práctica tras la retirada de Estados Unidos en 2018. El OIEA confirmó que Irán se había adherido a sus compromisos con el acuerdo hasta la retirada de Estados Unidos.
Donald Trump, que regresó a la Casa Blanca en enero, ha expresado su interés en negociar un nuevo acuerdo con Irán, pero ha advertido de que si la diplomacia fracasa, Estados Unidos podría recurrir a bombardear instalaciones estratégicas en el país.
Según el OIEA, Irán es el único país que enriquece uranio al 60% a pesar de no poseer armas nucleares, un nivel peligrosamente cercano al 90% necesario para producir una bomba nuclear. Al mismo tiempo, Teherán sigue almacenando grandes cantidades de material fisible. El acuerdo nuclear de 2015 había limitado el enriquecimiento de uranio de Irán al 3,67%.