17 españoles, entre ellos nueve empresarios, han sido evacuados con éxito de Libia tras los recientes enfrentamientos en Trípoli. El Ministerio de Exteriores confirmó que todos se encuentran a salvo en Italia gracias a la intervención de la Embajada española.
Un grupo de 17 españoles, entre ellos nueve empresarios que permanecían refugiados en un hotel, y unos 100 ciudadanos italianos han sido evacuados con éxito de Libia tras los violentos enfrentamientos que sacudieron la capital, Trípoli, en los últimos días. Todos ellos se encuentran ya en Roma.
La operación de salida del país se llevó a cabo el jueves desde el aeropuerto de Misrata, ubicado a unos 200 kilómetros al este de Trípoli. Aunque no se ha especificado si el traslado se realizó en una aeronave del Gobierno español, italiano o mediante un vuelo comercial, la prioridad ha sido sacar a los españoles e italianos del país en cuanto las condiciones lo permitieran.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, confirmó el éxito de la evacuación a través de un mensaje en la red social X, donde agradeció la labor del personal diplomático en Trípoli.
La escalada de tensión en Trípoli tuvo como desencadenante la muerte de Abdelghani al Kikli, alias 'Gheniua', líder de la milicia progubernamental Autoridad de Apoyo a la Estabilidad (SSA). Su fallecimiento provocó enfrentamientos armados entre fuerzas rivales: por un lado, la Brigada 444, y por otro, la Fuerza Especial de Disuasión, un grupo no alineado con el Gobierno de Unidad Nacional, encabezado por Abdul Hamid Dbeibé.
El alto el fuego fue anunciado el miércoles tras intensos combates, pero la situación de seguridad seguía siendo volátil. Libia continúa dividida políticamente entre dos gobiernos rivales. En el este, la Cámara de Representantes rechaza el liderazgo de Dbeibé desde el aplazamiento de las elecciones presidenciales en 2021. Mientras tanto, el primer ministro de Unidad Nacional mantiene su autoridad en el oeste, resistiéndose a abandonar el cargo hasta que se celebren nuevos comicios.
Libia reconoce la jurisdicción de la Corte Penal Internacional
Los manifestantes están vinculados a las milicias que se reparten el poder en Trípoli desde la muerte de Muamar Gadafi en 2011, entre ellas la Fuerza de Disuasión conocida como 'Radaa', de la que forma parte Najeem Osama al Masri, el general libio sobre el que pesa una orden de detención que Italia ignoró el pasado enero tras su detención en Turín.
En una intervención del jueves ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (I), Karim Khan, pidió a Libia que detuviera y entregara a Najeem Osama al Masri, recordándole al Gobierno italiano su responsabilidad en la liberación del libio, que posteriormente fue repatriado en un vuelo de Estado.
"Emitimos una orden de detención contra él, pero escapó y regresó a Libia vía Italia", declaró el fiscal en conexión desde La Haya, pidiendo que Al Masri "sea juzgado por los crímenes que presuntamente cometió".
El caso ha resurgido porque Libia, pese a no haber firmado el Tratado de Roma que la estableció, reconoció el 12 de mayo (hasta 2027) la jurisdicción de la Corte sobre cualquier crimen cometido en el país desde 2011. La declaración libia obliga ahora al Gobierno a cooperar con la I y tomar medidas contra Al Masri, como debería haber hecho Italia en enero, cuando en lugar de ello las autoridades lo expulsaron al considerar al general un "peligro para la seguridad nacional".
Al Masri, que dirige la Policía Judicial que supervisa los centros de detención en Trípoli, estáacusado de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, relacionados con casos de "trato cruel, tortura, violación, violencia sexual y asesinato, cometidos en la prisión de Mitiga a partir del 15 de febrero de 2015", según se lee en la página web de la Corte.
Exigen la dimisión del jefe del Gobierno de Unidad Nacional
El miércoles, una multitud congregada bajo su residencia en Trípoli había exigido la dimisión de Abdulhamid Dbeibeh, jefe del Gobierno de Unidad Nacional (Gun), acusado de querer romper el equilibrio de fuerzas en la capital.
Los enfrentamientos entre varias de ellas se desencadenaron a raíz de la muerte de un dirigente local, Abdelghani al Kikli, asesinado el lunes por una formación afín a Gun, lo que Dbeibeh calificó de "paso necesario".
El viernes, las autoridades locales instaron a los habitantes de Trípoli a actuar con cautela y dieron instrucciones a las unidades del Ejército libio, consideradas neutrales, para que vigilaran el alto el fuego impuesto a las distintas milicias.