La juez instructora ha rechazado archivar la causa contra David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno, y ha ordenado la apertura de juicio por presunta prevaricación y tráfico de influencias.
David Sánchez Pérez-Castejón, hermano del presidente del Gobierno español Pedro Sánchez, irá a juicio por su contratación en la Diputación de Badajoz, según ha dictaminado la juez que lleva su caso, Beatriz Biedma, este jueves. El hermano del líder socialista se enfrenta a cargos de presuntos delitos de prevaricación istrativa y tráfico de influencias.
La juez le ha dado ahora cinco días a Sánchez para que formule sus alegaciones y pueda presentar un recurso ante la Audiencia Provincial. La acusación, presentada por una organización con vínculos a la extrema derecha, Manos Limpias, acusa al hermano del presidente del Gobierno de delitos relacionados con la creación y adjudicación de una plaza de empleo público en la institución pacense y pide tres años de prisión tanto para David Sánchez como para el líder regional del PSOE, Miguel Ángel Gallardo. Hay otros nueve acusados.
En el auto emitido este jueves, la juez rechaza archivar el caso y ordena que la investigación continúe tras concluir que hay "claros indicios de criminalidad". Sin embargo, aún está pendiente la resolución de los recursos de apelación presentados tanto por la defensa de David Sánchez como por la Fiscalía de Badajoz.
Más problemas para Pedro Sánchez
La Fiscalía solicitó el cierre del proceso al considerar que no hay indicios racionales suficientes de delito, sino únicamente suposiciones e hipótesis. En su resolución, Biedma aclara que el recurso deberá ser resuelto por la Audiencia Provincial, pero advierte que no tiene efectos suspensivos sobre el curso actual de la causa.
La juez también señala que, conforme a una doctrina del Tribunal Supremo, la acusación particular tiene legitimidad para solicitar por sí sola la apertura del juicio oral, incluso en los casos en que la Fiscalía haya pedido el archivo de la causa.
El caso añade más leña al fuego para Pedro Sánchez, cuya mujer también ha sido acusada de presuntos delitos de corrupción en los negocios y tráfico de influencias, un caso que también es fruto de una acusación de Manos Limpias.