La primera y la segunda potencia mundial consiguen consensuar unas bases para implementar un futuro acuerdo comercial durante su reunión en la capital británica.
Estados Unidos y China han acordado un marco para aplicar el acuerdo que alcanzaron el mes pasado para resolver sus disputas comerciales, según medios estatales chinos. Li Chenggang, que ejerce como viceministro de Comercio y representa a China en el comercio internacional, ha confirmado que ambas partes han alcanzado un acuerdo sobre la metodología para ejecutar el acuerdo establecido entre ambas potencias.
El anuncio se produce tras dos días de reuniones en Londres, la capital de Reino Unido. Una llamada realizada durante la semana pasada entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, contribuyó a aliviar las tensiones generadas en los últimos meses entre ambos gigantes económicos. Por el momento no han trascendido más detalles sobre el pacto preliminar alcanzado o de próximas fechas de reuniones.
Li y Wang Wentao, ministro de Economía chino, formaban parte de la delegación china encabezada por el viceprimer ministro He Lifeng. Estos se reunieron con el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante de Comercio, Jamieson Greer, en Lancaster House, una mansión de 200 años de antigüedad cercana al Palacio de Buckingham.
Las dos delegaciones pretendían sacar provecho de las conversaciones celebradas en Ginebra el mes pasado, que dieron lugar a una pausa de 90 días en la mayoría de los aranceles aplicados entre sí. Desde entonces, Washington y Pekín han mantenido varios intercambios sobre los semiconductores avanzados que impulsan la inteligencia artificial, la concesión de visados a estudiantes chinos que asisten a universidades estadounidenses y los minerales de tierras raras, vitales para los fabricantes de automóviles y otros sectores.
China, el mayor productor mundial de tierras raras, ha dado pie a una posible relajación de las restricciones a la exportación impuestas a estos materiales en abril, que había causado preocupación entre los fabricantes de automóviles que dependen de ellos en todo el mundo, entre otras industrias. En respuesta, Pekín instó a Washington a levantar las restricciones a su a la tecnología necesaria para la producción de semiconductores avanzados. Trump ha declarado que quiere "abrir China", el mayor productor mundial de bienes, a los productos estadounidenses.