La renta variable europea se desplomó en su peor sesión desde marzo de 2020, al intensificarse la caída de los mercados mundiales. Los activos refugio subieron mientras los inversores se preparan para una volatilidad prolongada en medio de crecientes temores de inflación.
La carnicería bursátil desencadenada por los aranceles comerciales de Donald Trump continuó a toda velocidad este lunes, tras tres días consecutivos de fuertes pérdidas, sin señales de que la sangría vaya a detenerse.
Los mercados europeos de renta variable viven su peor sesión desde el estallido de la pandemia del COVID-19 en marzo de 2020, mientras los inversores siguen huyendo de los activos de riesgo. El Euro STOXX 50 caía un 6% a las 10:00 CEST, lo que eleva sus pérdidas de las tres últimas sesiones al 14%. El más amplio STOXX 600 cayó un 5,7%, ampliando al 13% su descenso tras el anuncio de los aranceles. El DAX alemán se hundió un 7,2%, marcando su sesión más severa desde el 12 de marzo de 2020, mientras que el FTSE MIB italiano cayó un 6,5% y el IBEX 35 español perdió un 6%.
Las ventas siguieron a una caída igualmente dramática en Asia. El índice Hang Seng de Hong Kong se desplomó un 13% durante la noche (su peor caída en un día desde el traspaso de poderes de 1997), mientras que el Nikkei japonés cayó un 8,6% y el Shanghai Composite un 7%.
Los futuros de la renta variable estadounidense también apuntaron a una profundización de la caída: los contratos del S&P 500 bajaron un 3,8%, los del Dow Jones Industrial Average, un 3,3%, y los del Nasdaq 100, un 4,2%. "El desplome de la renta variable estadounidense después de que el presidente Donald Trump anunciara sus nuevos aranceles será recordado en los libros de historia, ya que provocó la cuarta mayor caída de dos días en el S&P 500 desde su creación en 1957", dijo BBVA en una nota a clientes este lunes.
Los aranceles de Trump provocan el pánico entre los inversores
Las ventas han sido provocadas por las últimas medidas proteccionistas de Trump, que incluyen un arancel del 34% sobre las importaciones chinas, además de una subida anterior del 20%, y un arancel adicional del 20% sobre los bienes procedentes de la Unión Europea.
En su plataforma Truth Social, Trump defendió la medida, afirmando que era un remedio para los "enormes déficits financieros" y describiendo los ingresos arancelarios como "algo hermoso de contemplar". Las autoridades europeasreaccionaron con rapidez y ya se está debatiendo una respuesta coordinada. "Tenemos las herramientas necesarias para responder", declaró el ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, reflejando un consenso cada vez mayor a favor de las represalias.
Para agravar la tensión en los mercados, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió el viernes de que las repercusiones económicas de los aranceles podrían ser "significativamente mayores de lo esperado", lo que podría avivar la inflación y ralentizar el crecimiento. Powell añadió que la Fed no tiene prisa por recortar los tipos, lo que merma aún más la confianza de los inversores.
El sector financiero y el industrial, los más afectados
Los bancos europeos se llevaron la peor parte, con una caída del 10% para Banco Sabadell, del 9,2% para Raiffeisen Bank International y del 8,6% para ING Groep. También cayeron Banco BPM (-7,7%), Commerzbank (-7,6%), CaixaBank (-7,1%), BPER Banca (-6,7%) e Intesa Sanpaolo (-6,3%).
El sector industrial también sufrió fuertes pérdidas. La alemana Rheinmetall AG se desplomó un 15,3%, Safran cayó un 10%, y MTU Aero Engines AG y Thyssenkrupp cayeron un 9,5% cada una. HeidelbergCement, Leonardo SpA, Airbus y Siemens Energy cayeron entre un 8% y un 9,2%.
Las empresas de lujo y bienes de consumo, a menudo sensibles a las perturbaciones del comercio mundial, también bajaron. Kering cayó un 9,9%, Richemont un 8,2% y Burberry un 7,8%. Salvatore Ferragamo, Hermès, Moncler, Adidas, Puma y LVMH registraron pérdidas de entre el 6% y el 12%.
Aumenta la demanda de valores refugio
Al hundirse la renta variable, los activos refugio tradicionales atrajeron flujos de entrada. El franco suizo subió más de un 1% frente al dólar estadounidense, y el yen japonés también se fortaleció. "La aversión al riesgo domina el mercado de divisas", afirmó Luca Cigognini, analista de mercados de Intesa Sanpaolo. El euro ganó un 0,5% y cotizó a 1,10 dólares, mientras que la libra esterlina luchó por mantenerse.
Los mercados de renta fija reflejaron la huida hacia la seguridad. Los rendimientos del Bund alemán cayeron 7 puntos básicos, invirtiendo la subida registrada tras el reciente anuncio de estímulo fiscal de Berlín. Los mercados de materias primas no se libraron. El oro cayó un 0,5%, hasta los 2.754 euros por onza, probablemente debido a la recogida de beneficios tras las recientes subidas. Los precios del petróleo, por su parte, ampliaron su caída, con un descenso del 3,6% en los índices mundiales de referencia del crudo el lunes, elevando la pérdida de tres días al 17%, el peor tramo de este tipo desde marzo de 2020.
Sin señales de intervención de los bancos centrales y con una escalada de las tensiones geopolíticas, los mercados se preparan para una mayor volatilidad a medida que se agudizan las incertidumbres económicas y comerciales.