Hungría fue el país de la UE con peores resultados en el Índice de Percepción de la Corrupción que elabora anualmente la ONG, mientras que Dinamarca obtuvo la mejor puntuación. La puntuación de España empeora respecto al año anterior.
La corrupción en los países de la Unión Europea (UE) ha empeorado por segundo año consecutivo, según un índice anual publicado este martes, que sitúa a Hungría como el país con peores resultados del bloque y constata un retroceso de economías importantes como Francia y Alemania, mientras que España desciende cuatro puntos respecto al año anterior, lo que le hace bajar diez posiciones en el ranking mundial y dos en el del bloque de los 27.
Transparencia Internacional (TI), que elabora el Índice de Percepción de la Corrupción, dijo que de los 180 países encuestados para el listado de 2024, alrededor de una cuarta parte han obtenido su puntuación más baja desde que la ONG comenzó a utilizar su metodología actual para su clasificación mundial en 2012.
El índice de TI mide la percepción de la corrupción en el sector público según 13 fuentes de datos, desde el Banco Mundial hasta empresas privadas de consultoría y riesgo, y puntúa a los países y territorios en una escala que va de un 0 "muy corrupto" a un 100 "muy limpio". La media regional de Europa Occidental y la UE fue de 64 este año, frente a los 65 del año pasado. Antes de 2023, esa puntuación no había bajado desde hacía aproximadamente una década, según TI.
Según el informe de este año, la capacidad de Europa para combatir la corrupción se está quedando corta, lo que dificulta la respuesta del bloque a retos que van desde la crisis climática hasta el debilitamiento del Estado de derecho y la sobrecarga de los servicios públicos.
Durante algún tiempo, las lagunas jurídicas, la deficiente aplicación de la ley y la escasez de recursos han impedido a los países de la UE combatir eficazmente la corrupción, según los analistas europeos de TI. "Pero ahora, algunos Gobiernos están yendo más allá, socavando o politizando los marcos de la lucha contra la corrupción y permitiendo la erosión del Estado de derecho", escribieron el martes.
Retroceso de cuatro puntos en España
En España, el índice refleja un descenso de cuatro puntos en la clasificación de 2024 con respecto a la del ejercicio anterior. El país obtiene una puntuación de 56 y cae diez posiciones en el ranking global, lo que lo sitúa en el puesto 46/180, que comparte con Chipre, República Checa y Granada, superando por poco a Fiji y Omán. En el ranking de los 27 Estados de la UE, España pasa del puesto 14 al 16.
Hungría y Eslovaquia, en el punto de mira
Al final de la clasificación regional de Europa Occidental y la UE se encuentra Hungría, con una puntuación de 41, un punto menos que el año pasado. En su evaluación, TI destaca "la corrupción sistémica y el continuo deterioro del Estado de derecho" durante los 15 años de Gobierno del primer ministro Viktor Orbán.
El informe hacía referencia a las recientes sanciones impuestas por Estados Unidos al funcionario húngaro Antal Rogán (jefe del gabinete del primer ministro y estrecho colaborador de Orbán) por presunta corrupción relacionada con el reparto de contratos públicos a supuestos aliados. Orbán y su partido gobernante, el Fidesz, han negado reiteradamente las acusaciones de corrupción.
Bulgaria, Rumanía y Malta fueron los otros países de la región con peor puntuación, mientras que Eslovaquia fue señalada como un país a vigilar después de que su puntuación cayera cinco puntos, hasta 49, en el primer año completo de Gobierno del primer ministro Robert Fico.
"Numerosas reformas erosionan los controles anticorrupción y eluden la consulta pública", señala el informe. En las últimas semanas se han producido grandes protestas en Bratislava, la capital eslovaca, en las que los manifestantes acusan a Fico de socavar los valores democráticos y acercarse a Rusia. Fico ha afirmado que sus oponentes intentan derrocar al Gobierno.
Corrupción y crisis climática entrelazadas
TI también señaló que Francia bajó cuatro puntos, hasta los 67, mientras que Alemania descendió tres, hasta los 75, debido en parte a la influencia de los grupos de presión empresariales en la política y la acción climáticas. "Dos de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad están fuertemente entrelazados: la corrupción y la crisis climática", afirmó TI en el prólogo del índice de este año.
La falta de mecanismos adecuados de transparencia y rendición de cuentas aumenta el riesgo de que los fondos para el clima se utilicen indebidamente o se malversen, mientras que los conflictos de intereses entre los políticos y las prácticas de 'lobby' de las industrias contaminantes sobre los responsables de la toma de decisiones son motivo de preocupación, según el informe.
"Un obstáculo para la crisis climática"
"Estos factores han obstaculizado la adopción de las ambiciosas políticas y medidas necesarias para hacer frente al cambio climático, favoreciendo los intereses de grupos estrechos por encima del bien común", afirmó TI. "La crisis de corrupción es un enorme obstáculo para resolver la crisis climática".
La media global del índice se mantuvo sin cambios desde 2023 en 43, con más de dos tercios de los países por debajo de 50 puntos. Los países con mayor puntuación global fueron Dinamarca (su séptimo año consecutivo en la cumbre), con 90 puntos, Finlandia, con 88, y Singapur, con 84. Sudán del Sur obtuvo solo ocho puntos, desplazando a Somalia en un punto y convirtiéndose en el país con peores resultados del mundo este año.