Es una posibilidad que podría inclinar la balanza de la guerra en Ucrania. La amenaza de cortar el de Kiev a la red estadounidense de satélites Starlink tendría consecuencias de largo alcance. Para evitar este posible escenario, las autoridades ucranianas buscan alternativas en la UE.
El desenlace de la guerra en Ucrania también se juega en el espacio. La red de satélites estadounidense Starlink es actualmente esencial. Proporciona conectividad a las fuerzas ucranianas sobre el terreno. Pero el carácter imprevisible de su propietario, el multimillonario Elon Musk, preocupa a Kiev y a la Unión Europea (UE).
"Elon Musk es, de hecho, el guardián de la conectividad de Ucrania en el campo de batalla. Y eso es una vulnerabilidad estratégica", advierte Arthur De Liedekerke, director sénior de Asuntos Europeos de Rasmussen Global.
Sin embargo, el eurodiputado Christophe Grudler (Renovar Europa) insiste en que la UE tiene alternativas capaces de competir con la constelación estadounidense. "Tenemos claramente los medios para sustituir a Starlink". Sin embargo, el eurodiputado francés no quiere tener que recurrir a esta posibilidad de forma precipitada, ya que llevará algún tiempo sustituir a los satélites de Elon Musk.
"Está claro que si Starlink decide cortar la señal hoy, tenemos opciones, en particular con Govsatcom, que es la red europea que hemos puesto en servicio y que, a partir de junio, permitirá completar la señal que falta de Starlink en Ucrania, si es necesario", prosigue. Govsatcom consiste en poner a disposición de los gobiernos las capacidades espaciales existentes. El objetivo del sistema es proporcionar redes fiables y seguras a las autoridades públicas de la UE. Ucrania ya ha manifestado su interés por el sistema.
Según Christophe Grudler, no habría ningún problema con esta solución. "La Unión Europea está muy comprometida en ayudar a Ucrania, por lo que sin duda habría acuerdo de todos los Estados para acudir en su ayuda si en el futuro dejara de tener señal Starlink", asegura.
Arthur De Liedekerke, en cambio, tiene más reservas sobre esta opción. "GovSatcom es un sistema seguro de comunicaciones gubernamentales por satélite cuyo objetivo principal es proporcionar redes fiables, seguras y estratégicamente autónomas para servicios de comunicaciones entre gobiernos de la UE. No es un sustituto del tipo de conectividad en el campo de batalla del que estamos hablando para Ucrania", afirma. "De momento no es una bala de plata".
La solución industrial
La otra opción sería confiar en Eutelsat. La empresa franco-británica puede prestar servicios de calidad equivalente a Starlink porque también ha optado por una constelación de órbita terrestre baja. Sin embargo, la escala entre ambas empresas es asimétrica. Starlink dispone de 7.000 satélites, frente a los 630 de Eutelsat. Pero Eutelsat también tiene 35 satélites en órbita geoestacionaria, es decir, a mayor distancia de la Tierra.
Sin embargo, la opción de Eutelsat plantea un problema industrial y comercial. La empresa estadounidense dispone de unos 40.000 terminales en Ucrania, que no solo utilizan los militares. Los civiles también utilizan Starlink para conectarse a internet o hacer llamadas. En cambio, la empresa franco-británica tiene 2.000 terminales 'in situ'. Otros 4.000 podrían desplegarse en breve, y se ha hecho un pedido de otros 10.000 dispositivos. Por último, el precio de un terminal Starlink se estima en 500 euros, frente a los casi 9.000 euros de los equipos de Eutelsat.
Pero la empresa europea tiene ventajas políticas. No depende de Estados Unidos y cuenta con el respaldo de las dos potencias nucleares europeas. "Eutelsat es nuestro campeón europeo, el que tiene soluciones funcionales convincentes que debemos ser capaces de apoyar mediante financiación y voluntad política", subraya Arthur De Liedekerke.
La solución para el futuro
Una última opción a medio plazo es el proyecto europeo Iris2 (Infrastructure for Resilience, Interconnection and Security by Satellite). Esta constelación de 290 satélites multiórbita, en órbita baja (LEO hasta 2.000 km) y órbita media (MEO entre 2.000 y 36.000 km), prestará servicios de conectividad segura a la UE. La constelación ofrecerá baja latencia, es decir, transmisiones ultrarrápidas cercanas a las prestaciones de las redes terrestres.
El contrato de concesión público-privada de 12 años para el desarrollo y explotación de Iris2 se ha adjudicado a SpaceRISE. El consorcio incluye a Eutelsat, la española Hispasat y la luxemburguesa SES, así como a los pesos pesados del sector espacial Thales, OHB, Airbus Defence and Space, Telespazio, Deutsche Telekom, Orange e Hisdesat.
Sin embargo, Iris2 está aún muy lejos de su implantación, ya que el sistema no estará plenamente operativo hasta 2030. Pero Christophe Grudler, ponente del proyecto en el Parlamento Europeo, asegura que los servicios estarán disponibles antes. "A partir de 2028, dispondremos de una constelación Iris2 operativa que podrá prestar servicios de telecomunicaciones a todos los Estados que lo deseen. Añadiría que será la primera vez que tengamos una constelación asegurada con criptografía poscuántica, por lo que los ciberataques no serán posibles en esta constelación. Será una primicia mundial con una señal ultrasegura, lo que tampoco ocurre con la señal Starlink".
Según Arthur De Liedekerke, esta diversidad es esencial. "Se trata de tener opciones. Se trata de no tener un único punto de fallo. Se trata de poder decir que no a uno de ellos y seguir conectado. Y hoy no estamos en una situación en la que podamos hacerlo", explica. "Hemos dejado la conectividad de la zona de guerra de Ucrania en manos de un solo hombre (...). Esto es una vulnerabilidad estratégica. Teniendo opciones, alternativas, diversificando nuestras asociaciones, evitamos ese único punto de fallo".