Tras saludar a la multitud a bordo del papamóvil, la ceremonia inauguró oficialmente el inicio de la era de León XIV. Más de 150 delegaciones de todo el mundo y hasta 250.000 fieles estuvieron presentes.
El baño de multitudes del Papa León XIV entre los fieles, al pasar por la Via della Conciliazione acompañado de aplausos y vítores de "¡Viva el Papa!", precedió la celebración de la misa de inicio de su pontificado. En la Plaza de San Pedro se encontraban numerosas delegaciones internacionales y líderes religiosos llegados de todas partes del mundo.
Entre los invitados destacaban Ursula von der Leyen, JD Vance y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski. También fue destacada la presencia de la Casa Real española, con la asistencia de los Reyes, Felipe VI y Doña Letizia, quienes viajaron al Vaticano para participar en la misa de inicio del pontificado del Papa León XIV, celebrada en la Plaza de San Pedro.
Fue igualmente notable la participación de del clero: unos 700 obispos, más de 2.000 sacerdotes y cientos de diáconos. Participaron 38 delegaciones ecuménicas, entre ellas el Patriarcado de Constantinopla y el Patriarcado greco-ortodoxo de Alejandría.
Los símbolos del Ministerio petrino
El Papa León XIV se conmovió durante la entrega del palio y del Anillo del Pescador, este último símbolo del vínculo entre Cristo y la Iglesia, de la cual el Papa es guía y modelo. Se trata de dos de los emblemas más significativos que marcan el inicio del pontificado.
A continuación, durante la homilía, el Pontífice recordó al Papa Francisco. Su muerte, dijo, "llenó de tristeza nuestro corazón". También evocó el Cónclave, señalando que al elegir al sucesor de Pedro, "respondió a las preguntas, inquietudes y desafíos de hoy".
"Una Iglesia unida, fermento para un mundo reconciliado"
En su homilía, el Papa León volvió a hacer un llamado a la paz. Para alcanzarla, subrayó, "es necesaria una Iglesia unida". "Demasiadas heridas han sido causadas por el odio y la violencia", afirmó. "Dentro de esta masa, queremos ser un pequeño fermento de unidad, comunión y fraternidad".
Las palabras del nuevo Papa, pronunciadas ante líderes políticos de todo el mundo, refuerzan el papel que León XIV quiere asignar al Vaticano: ofrecer a la Santa Sede como un espacio donde las partes —como en el caso de la guerra en Ucrania— puedan alcanzar un acuerdo para poner fin al conflicto armado.