Acabar con las importaciones de energía procedentes de Rusia es el objetivo del nuevo plan REpowerEU presentado por la Comisión Europea. El Ejecutivo menciona razones de seguridad y añade que esto también acelerará la transición energética de la UE, pero ¿cuáles son los obstáculos para lograrlo?
Europa empezó a dejar de depender de Rusia tras la invasión total de Ucrania en 2022, que provocó un repunte de los precios de la energía.
Las sanciones han provocado recortes considerables de las importaciones en cuestión de tres años: el petróleo pasó del 27% en 2022 al 3% en 2025, el gas cayó del 45% al 19% en el mismo período y el carbón, que en su momento representaba el 50% del consumo europeo, dejó de entrar en la UE por completo.
No obstante, la UE sigue contribuyendo en gran manera al presupuesto ruso, pues en 2024 las importaciones de energía aportarán 23.000 millones de euros a las arcas de Moscú. El Ejecutivo de la UE pretende ir eliminando progresivamente dichas importaciones de aquí a 2027, y las medidas previstas para ello se recogen en el plan REpowerEU.
"La lógica consiste en utilizar políticas comerciales y energéticas que no requieren un voto unánime, como es el caso de las sanciones", explica Jorge Liboreiro, el reportero de 'Euronews' que ha seguido los acontecimientos.
El bloque ha seguido una estrategia de diversificación de proveedores, e importar una mayor cantidad de gas de EE. UU. podría ser una opción. Sin embargo, el antagonismo arancelario que existe actualmente con este país hace que la UE no esté totalmente convencida de sustituir una dependencia por otra.
"Esa es una de las trampas en las que no podemos caer. Diversificar y reducir riesgos quiere decir que necesitamos muchos más proveedores en vez de jugárnoslo todo a una sola carta", considera Svetelina Penkova, eurodiputada socialista búlgara y una de las vicepresidentas de la Comisión de Industria, Investigación y Energía (ITRE).
"Un ejemplo de un país que respondió muy bien fue Azerbaijan. Fue el primer país que ofreció de manera proactiva un suministro de gas natural y también ha aumentado la producción para satisfacer la demanda de la UE", declara.
Los riesgos para las empresas y el papel de la energía nuclear
El plan propone prohibir los nuevos contratos a corto plazo de gasoductos y GNL para finales de 2025 y las importaciones de dichos gases con contratos a largo plazo ya existentes para finales de 2027. También habrá nuevas restricciones para ir acabando con los materiales nucleares, como el uranio enriquecido.
Los analistas de mercado advierten que obligar a las empresas a suspender los contratos de importación de carburantes podría acarrear litigios y multas muy elevadas, pero "la Comisión dice que las empresas pueden alegar el argumento jurídico de la fuerza mayor", confirma el periodista de 'Euronews'.
"Este argumento permitiría a una empresa rescindir un contrato sin enfrentarse a ninguna penalización, pues existen unas circunstancias que se salen de su control", continúa.
La vicepresidenta del ITRE piensa que incorporar la nuclear al conjunto de energías también podría ayudar en el proceso de eliminación progresiva.
"Una combinación energética equilibrada quiere decir fuentes de energía renovables y energía de carga base. Me alegro de ver que la opinión de la UE sobre la energía nuclear está cambiando para bien, pues la Unión Europea debería invertir en energía nuclear en el futuro", afirma la eurodiputada Penkova.
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Periodista: Isabel Marques da Silva
Producción de contenido: Pilar Montero López
Producción de vídeo: Zacharia Vigneron
Grafismo: Loredana Dumitru
Coordinación editorial: Ana Lázaro Bosch y Jeremy Fleming-Jones